Un día me hablas,
al siguiente no.
Un día me quieres, al siguiente no.
¿Qué te parece si un día te vas a la
mierd*, y al día siguiente también?
Pero...¿a qué juega esta gente?
Si, no, no, si, tienen un
problema en la sesera
impresionante. Llegan, te ilusionan,
dejan de hablarte, demostrarte,
decirte y cuando
se les cruzan
los cables,
venga el puro
cariño, amor
o como quieran
llamarlo. ¿De qué vas?
Tremendo narcisismo
que llevan
por montera,
poca o nula
autoestima y
se creen indispensables
en vida ajena. Pues no,
este tipo de personas,
al carajo,
la mierdi o donde
más felices sean,
lo ideal
es deshacerse
de ellas y
no hacerles ni caso,
dejarles bien
clarito que
son pobres mortales a
los cuales no necesitamos
en nuestras
vidas para nada.
Esa persona, a la que llevaste a tu casa,
le presenta a tu familia,
(porque creías que
era alguien
a quien valía
la pena conocer),
comió en tu mesa
y de la noche a
la mañana deja
de hablarte...
¿A qué contenedor va?.
Depositas toda la confianza
en esa persona que crees especial,
la incluyes
en tu vida porque
te han echo creer
que son
geniales, estupendas,
que puedes llevar
una buena
o gran relación
con ellas y
cuando menos
te lo esperas,
te apuñal4n
por la espalda.
Es lo más bajo y rastrer0
que puede hacer alguien
con quien le ha tratado
tan bien. También lejitos
y sin retorno,
este tipo de
personajillos
que no merecen
nada de nada.
Solo lanzarlos
al olvido.
No existen.
No te creas tan grande,
más grande
es un poste y
los perros lo mean.
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