No me gusta la gente madrugadora.
Ni madrugar, ni la gente.
Que si, que el amanecer es precioso
pero lo podrían poner un poco más tarde.
A quien mucho madruga
nadie le hace el desayuno.
Hago cosas horribles por dinero,
por ejemplo ¡madrugar!
O madrugo, o soy simpática,
no puedo con todo.
No por mucho madrugar
amanece más pronto.
Sigue durmiendo.
Si, yo también me levanto
temprano, a correr, a correr
las cortinas para que no
me de el sol y seguir durmiendo.
Madrugar es muy duro pero
el mundo necesita ser iluminado
con mi maravillosa presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario